Camila Darién tenía todo lo que cualquier joven de la Nueva España podía desear: belleza, fama, fortuna y dos padres que la adoraban. Como hija única de un matrimonio mayor, había recibido todos los mimos posibles. Aunque era una mujer de corazón noble, siempre había pensado que se hallaba por encima de los demás, en especial de la gente sencilla ...